miércoles, 31 de diciembre de 2014

Adiós 2014, bienvenido 2015

Así a lo tonto y sin darnos apenas cuenta se nos escapa otro año de esos cortísimos que ha traído la Cachorrina a nuestras vidas... Alguien me dijo un día que cuando tienes hijos, los días son muy largos y los años muy cortos, y no puedo estar más de acuerdo. 

Sin embargo, el 2014 ha sido también un año muy intenso, que nos trajo una mudanza y una nueva vida en la isla, con sus kilómetros de distancia de la familia y amigos y su agua de por medio, pero también nos trajo nuevas rutinas que incluyen playa, aguas transparentes de tonos de azul nunca vistos, mucho sol, arena hasta en las córneas, paseos kilométricos con vistas al mar, guardería y niños en el parque, y gente maravillosa que ha entrado en nuestras vidas con toda la generosidad del mundo.

Cómo no, también nos deja muchos reencuentros, con nuestros sitios, con Asturias, con Oviedo, con Cangas, con los abuelos, con la tía Sonia, con la tía Eva y el tío Adri, con toda la familia y allegados, con la sidra, el bautizo civil y primer cumple de la Cachorrina, con la fabada de mami, el potaje de Pilar, con la Descarga, con la Vendimia, con las cañas en Pedregal, con los amigos de siempre, los que están aunque no estemos, con las cenas en buena compañía, con los paseos por la calle Uría, con los patos del Campo San Francisco, con "el Paseo de la Florida arriba y abajo".

También nos deja este año muchos cambios en la peque de la casa: desde sus primeros gorjeos hasta decir papá, mamá, pan, agua, caca, Coco, NO...; desde el gateo sentada arrastrando el culo por la alfombra, hasta ponerse a cuatro patas, y llegar a levantarse y andar (y ahora ya, correr como una loca); baños en la playa, juegos de cubo y pala, croqueteos en la arena; nuevas risas y carcajadas, el coche cargado hasta los topes, estirones, expresiones, caras y poses nuevas, cada vez más rizos, más dientes, más mala leche, más mimos y abrazos, más juguetes tirados por el suelo y más ganas de comérnosla a besos. 

Sólo espero que, de aquí en un año, pueda contar que el 2015 me deja grandes recuerdos y que ha sido para todos un año especial.

¡Feliz noche y feliz año nuevo!

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Los deberes

Cuando la Cachorrina empezó a ir a la guarde, el Cangués y servidora nos las prometíamos muy felices, pensando que el tiempo que la peque estuviera en ella jugando con otros niños, pintando y corriendo dando voces muy loca, sería tiempo de paz para nosotros, o de hacer otras cosas (entre ellas trabajar, claro); y que el resto del tiempo podríamos dedicarlo a disfrutar los tres juntos. Lo que no imaginamos es que la guarde pondría deberes que enturbiarían nuestras horas libres, y no precisamente a la nena -normal, teniendo en cuenta que sólo tiene 16 meses-, sino a nosotros, los progenitores.

Y es que el viernes cuando fui a recoger a la peque, además de entregarme sus pertenencias y a ella misma, la profe me puso en la mano una estrella de cartón plateada y me dijo: "es para la decoración navideña de la escoleta, tenéis que adornarla, como vosotros queráis, y nos la traéis la semana que viene". Y de allí me fui, con mi Cachorrina, mi estrella y mi cara de "madredelamortodavíallevapañalyyaempezamosconlosdeberes".

Ya sé que, en principio, puede parecer tarea fácil decorar una sencilla estrella de cartulina plateada, pero nada más lejos de la realidad. De hecho al Cangués y a mí nos llevó unas tres horas de reloj, acostarnos a las tantas y seguir dándole vueltas el resto del puente. Porque una vez que decidimos que no éramos precisamente artistas capaces de dibujar obras de arte en miniatura, como esa gente que te pinta una puesta de sol en la Alhambra de Granada lleno de matices con un boli Bic azul, nos hicimos con una catálogo de productos navideños y nos decantamos por un corta y pega festivo de bolas de árbol, muñecos de nieve, tiovivos y estrellas brillantes. Y entonces empezó un sinvivir muy grande: que sí pon el muñeco ahí y las bolas allá, que si la estrella por aquí, que si arriba que si abajo, que si habrá que poner Feliz Navidad, que si de qué color, que si los rotuladores no pintan, que si a boli queda cutre, que si "recorta esa felicitación y la pegas" que si "no puedo que pone Leroy Merlin"... Dos horas, DOS, decidiendo la distribución de nuestros corta pega. Y una vez decidida: que si a ver si va a quedar cutre, que si lo mismo los otros padres ponen purpurina y acuarelas y saben hacer obras de arte de scrapbooking o papel craft, que si no nos podemos quedar atrás, que si pongo un poco de algodón para que haga de nieve y así le damos volumen, profundidad, perspectiva, empaque y lo mismo nos dan un premio a la mejor estrella o a los padres más absurdos del mundo. Pues eso. 

Tras darle muchas vueltas y pasar un puente la mar de malo con el tema de la estrella, la entregué en la guarde junto con la peque y ya está decorando la ventana junto con las estrellas (mejores y peores, que de todo hay), de otros padres que seguramente hayan pasado el mismo calvario. Y ésto sólo acaba de empezar. Ahora tenemos que rellenar un cuaderno -¡UN CUADERNO!- con fotos y dibujos del día a día de la Cachorrina para que los compañeros de cole la conozcan un poco más... ¡¡Ya me están entrando sudores y taquicardias!!

Y a vosotr@s, ¿cómo se os dan los deberes  para padres? 

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Ideas Deco: Mural pintado a mano

Cuando uno vive de alquiler, y más cuando no lo consideras a largo plazo porque siempre buscas un nido mejor que convertir en hogar, intenta que las habitaciones de sus cachorros sean lo más monas posibles sin invertir mucho ni hacer grandes cambios. Pero una, que es muy de monisiteces, no puede evitar pensar en cómo sería la habitación ideal para la Cachorrina si viviéramos en NUESTRA casa, o si al menos encontráramos una de alquiler de la que no nos quisiéramos mover ni a tiros. 

El caso es que si ahora tuviera ocasión de decorar la habitación de la peque como me diera la real gana (sin límite de presupuesto ni de ideas), mataría por poder poner en una pared los murales en papel pintado a mano que hacen dos chicas portuguesas, que se hacen llamar Little Hands, y que no pueden ser más bonitos. Llegados a este punto debo aclarar que no me pagan por publicidad, ni las conozco de nada, simplemente me encontré su trabajo por casualidad en internet y como me enamoró, lo comparto a ver si os gusta tanto como a mí: por si os sirve de inspiración o por si tenéis algún amigo artista muy apañao que os pueda hacer algo parecido, que todo puede ser.

Ellas trabajan por encargo, con la idea del cliente y las medidas de la pared en cuestión. Sobre ello irá el presupuesto, y envían el mural a cualquier parte del mundo. Personalmente, creo que hacen magia en cualquier habitación infantil, con la temática que sea y que si yo entro en un cuarto así de bonito caigo muerta de amor allí mismo. 

Os dejo unas imágenes, a ver qué os parecen. (Os aviso de que os dejo muuuchas imágenes, pero es que era muy difícil elegir.)
























No me digáis... Monisitez pura!!! Pienso que la habitación de un niño tiene que ser alegre, divertida, inspiradora, ... un sitio en el que le encante estar, ¡y yo de éstas habitaciones no querría salir!

Hasta el próximo miércoles :)