martes, 26 de noviembre de 2013

4 meses de Cachorrina

Ayer, la heredera de mi colección de zapatos (no sé si podré dejarle alguna otra cosa) cumplió sus primeros 4 meses de vida, y la verdad es que no deja de sorprendernos lo rápido que cambia tanto físicamente como en su forma de interactuar con nosotros y con todo lo que le rodea.

Una de los cambios que más se aprecia en los bebés con esta edad es que tienen muchísima más fuerza para mover y controlar su cuerpo. Ya aguantan la cabeza casi perfectamente lo que les permite estar sentados, aunque todavía pueden cansarse pronto por lo que es conveniente no alejarse mucho. A la cachorrina, la cosa de sentarse le encanta y le permitió descubrirse los pies, lo que la tiene loca de contenta y hace que cabecee como un  borracho con somnolencia intentando llegar a ellos. Supongo que de aquí a que intente llevárselos a la boca no pasará mucho tiempo. También ha cogido mucha fuerza, y debajo de esa barriguita tan pochola se ve que ya funciona algún que otro abdominal, porque si la coges de las manitas se incorpora ella sola con una enorme cara de felicidad porque cree que vas a cogerla en brazos. Además, bocabajo aguanta con el tronco y la cabeza levantados y sosteniéndose sobre los bracitos y ahora ha empezado (de petaca) a ponerse bocarriba ella sóla cuando ladea la cabeza y el peso de ésta la hace rodar sobre sí misma.

Otra de las cosas que se notan un montón a esta edad es que ya ven muchísimo mejor y más lejos, porque apreciamos que la peque reconoce a las personas que le son familiares desde el otro extremo de la habitación, y también que los colores ya le llaman la atención poderosamente. Además se distrae muy fácilmente con los muñecos de colores y sonidos. Los que más le gustan son los que son más blanditos y maleables, como su libro-peluche, porque puede agarrarlos mejor. Que esa es otra. Ya quiere coger tooooodo lo que se le pone a tiro e intenta llevárselo a la boca, por lo que hay que tener cuidado de no dejar nada pequeño que pueda tragar a su alcance. De entre todas las cosas su juguete preferido para manejar y chupar siguen siendo las manos de sus papis. Las mira y remira con deseo, como miro yo una onza de chocolate, y babea como cuando nos observa comer. (Hay que ver qué ganas tiene la tía de hincarle las encías a algo que no sea leche).

En cuanto a la comunicación, la cachorrina balbucea, hace gorgoritos, pedorretas y da grititos (incluso, a veces, alaridos de loca) a los que es importante corresponder, hablándole o imitándola para animarla a seguir comunicándose. Cuando no intenta imitarte ella a ti, que hasta bizca se pone la pobre del esfuerzo. Sigue siendo muy sonriente y felizona, y empieza a practicar con simulacros de carcajadas, sobre todo con el Cangués y conmigo y las personas que le son más familiares.

En nuestra obligada visita al pediatra, resulta que la peque sigue estando como un torito de percentil 75 de peso y 90 de altura (mi pequeña maizona), así que de meterle cereales nada de nada, --ya me extrañaba a mí, que había leído que era mejor la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, pero bueno...--. Cuando se incluyen los cereales a los 4 meses, según la pediatra de la peque, es cuando van bajos de peso, y la nena va más que sobrada, así que nos quedamos con la lactancia.

Las noches han mejorado un poco porque ahora se queda dormida a su hora con mucha facilidad, pero no aguanta más de 3 ó 4 horas sin comer, así que sigue sin dormir la noche del tirón. Pero como no se desvela (ella no, yo sí, jaja, vida perra ésta...) pues nada más terminar de mamar la dejo en su cunita dormidíiiiisima, hasta que el hambre apriete de nuevo.

Y en estas, sin darnos cuenta, hemos dejado atrás otro mes... a ver quién le dio al forward...


miércoles, 20 de noviembre de 2013

Monisiteces: la cachorrina con su gorrito búho

La peque es una monisitez en sí misma con su nuevo gorrín-búho, regalo de una compañera de la carrera de su mami, que es una artista y le hizo un gorro incluso más chulo que los que yo os había enseñado en el blog en este otro post. Aquí os dejo una foto de la modelo, que se sabe graciosísima con él y sonríe a cámara en un posado en toda regla.



Muero de amor, no me digáis :)

jueves, 14 de noviembre de 2013

Lo que la maternidad me robó... Insomnio

Desde que nació la cachorrina ya os comenté que las noches no son momentos de descanso y sueño reparador, sino que más bien cabeceo contra la cuna con un ojo abierto y otro cerrado entre despertar y despertar de la peque cada dos horas, más o menos. 

El caso es que al principio entre toma y toma el agotamiento hacía que casi no me diera tiempo a despertar y creo que prácticamente le daba el pecho dormida, --de ahí que me despertara sobresaltada pensando que me había quedado frita con ella en brazos y lo mismo la había aventado debajo de la cama a la pobre--; así que se podría decir que dormir, dormía unas horas si iba sumándolas todas y al final algo descansaba.  

El problema me ha llegado ahora, tras tres meses de caos nocturno, que mi cuerpo parece haberse rendido y haber decidido dejar de luchar contra la adversidad y que a partir de cierto número de despertares de la peque no duerme más y nos quedamos velando cada ruidito, respiración, patada al aire o destape de la cachorrina. Osea, que duermo unas tres horas, a lo sumo cuatro, al día porque la primera vez en la noche que se despierta Nerea, me duermo, pero a partir de la segunda no pego ojo. Con deciros que ayer a las 4 de la mañana hice mentalmente mi maleta y la de la cachorrina para unas vacaciones que tenemos planeadas... en febrero. Y lo mismo repaso mentalmente la lista de la compra, que necesito una sudadera efecto neopreno, --que lo dice la Vogue--,que le doy patadas ninja imaginarias en el culo a la vecina de arriba por sus gritos y su arrastre de muebles diario, que redacto mentalmente con puntos y comas una denuncia administrativa a Jazztel por tenerle secuestrada una titularidad de ADSL a mi hermana y querer sisarle de mala manera unos euros. Un sin vivir, oiga. Así que cuando la peque vuelve a despertar para reclamar su ración de teta, me pilla en medio de un "huevos, chocapic, leche, pañales... el rojo es el nuevo negro... meto el bikini marinero y el vestido ibicenco... deja la nevera donde está... Solicita que se tenga por presentado este escrito junto con los documentos que se acompañan...", que la tengo esperando hasta que termino, que una es muy cuadriculada y tiene que terminar lo que empieza (para desesperación del Cangués, que no entiende muy bien mi particular escala de prioridades).


Así es que luego me paso el día saludando con bostezos, dando cabezazos --y cabezadas-- contra las paredes, y paseando ojeras de familia Adams y unas hendiduras hermosas en la sien derecha que luzco desde que me quedé traspuesta el otro día contra el quicio de la puerta. (Si es que desde que soy madre estoy muy mal de lo mío y eso lo ve cualquiera.) Así que desde aquí pido a alguien que me ofrezca alguna solución, no sé, un coma inducido o un algo que me ayude a dormir ,siempre que la cachorrina me deje. Pofavó... que hace mucho sueño...

Imagen Taringa.net

jueves, 7 de noviembre de 2013

Ideas Deco (y monisiteces): Tipis

Hacía tiempo que no traía un post de este tipo, -porque con mi nuevo estatus maternal el poco tiempo que le robo a Nerea para dedicárselo al blog, intento contaros un poco cómo va la experiencia con la cachorrina antes que dedicarme a otros menesteres, de forma que tengo pendientes varios DIY, entre otras cosas-, pero quería enseñaros una idea que me chifla y que no dejaré de aplicar en la habitación de la peque: los tipis (o tienda india). Además de parecerme un elemento genial para que los peques jueguen, se refugien, escondan sus cosas o hagan lo que sus maravillosas e imaginativas mentes maquinen, creo que con unos palos, un trozo de tela -que bien puede ser una sábana vieja- y un poco de imaginación, puedes hacer una monisitez de tipi con tus propias manos. Y eso haremos nosotros. A ver cómo se nos da, ¡os pondré sin falta el DIY con el resultado! Desde luego, si yo hubiera tenido uno en mis años mozos no me sacan de él ni con agua hirviendo, así que espero que la cachorrina me haga sitio :)

Os dejo con algunas fotos que me han encantado:

















 Me gusta también la idea para los que tengan jardín.

Y para una fiesta infantil o cuando haya varios hermanos y cada uno quiera el suyo: 





¿Qué os parecen? ¿Lo pondríais en la habitación de vuestros peques? ¿Ya tenéis uno?

lunes, 4 de noviembre de 2013

Semenamoraelalma...

... Con cada una de las sonrisas que nos regalas, desde que te damos los buenos días por la mañana, hasta tus últimas energías antes de caer rendida por la noche, cuando te cantamos, cuando jugamos contigo, incluso simplemente cuando te miramos, porque eres una facilona y la mínima atención de cualquiera te ilumina la cara y los ojinos con la sonrisa más bonita que yo he visto en mi vida...