jueves, 17 de enero de 2013

Ejercicio durante el embarazo


Desde que supe que estaba embarazada me preocupó mucho el tema de coger demasiados kilos, porque entre mi facilidad para ello y el miedo que te meten cuando escuchas casos de embarazadas que durante la gestación pueden llegar a coger hasta 30 kilos (30???), quedaba claro que había que intentar ser un poco constante y ¡mover el culo!!

Informándome sobre ello he aprendido que el deporte está recomendado, siempre que no sea peligroso y la intensidad no perjudique a tu salud ni la del feto. Vamos, que si nunca hiciste ejercicio, no es el mejor momento para pegarte palizones en el gimnasio porque el propio embarazo ya aumenta el ritmo cardiovascular y puede ser contraproducente. Pero, realizado con moderación y de forma controlada, resulta beneficioso para mejorar la condición aeróbica y muscular de la mujer embarazada, lo cual facilita el parto y disminuye la necesidad de intervenciones médicas, disminuye los signos de insuficiencia cardiaca fetal y facilita la recuperación física (y emocional) tras el parto. Por el lado contrario, como punto negativo, se asocia el ejercicio durante el embarazo a la disminución del peso del bebé al nacer en unos 300 gramos. Pero oye, 300 gramos él, 10 kilos yo, a mí me parece justo :D.


Hay deportes que no se aconsejan en esta etapa, y son todos aquellos en los que corres riesgo de golpearte o caerte (yo corro ese riesgo hasta en reposo, pero ese es otro tema…). Se desaconsejan especialmente el submarinismo, el surf, el esquí acuático, snowboarding, la escalada, el ciclismo, montar a caballo, y mi prohibición preferida: esquiar cuesta abajo. Sí, amig@s, cuesta arriba sí se puede esquiar estando embarazada (en circunstancias normales es imposible, pero si estás esperando un bebé, puedes; es así).




Entre las actividades más recomendadas para las embarazadas se encuentran: caminar (una hora al día, lo cual requiere tiempo, y si trabajas mañana y tarde se complica), la natación y el yoga para embarazadas.




Yo vi esa foto, sentí dolor y me decanté por la natación porque creo que es lo más cómodo y práctico ya que, al no pesar tu cuerpo en el agua, la probabilidad de abandonar cuando tengas el barrigón es menor.




 Nadar está muy bien porque mejoras mucho en poco tiempo y eso motiva, no te enteras de si sudas o no, sales relajadísimo después de chapuzón y ducha, y, además, en invierno se agradece lo del agua calentita. Peeeeero, como pega yo le pondría que con el bañador no puedes disimular nada y claro, voy yo, que todavía no tengo tripa de embarazada, pero ya tengo un abultamiento fácilmente confundible con una barriga cervecera cualquiera, y para que no haya confusiones posibles voy acariciándome la barriguilla, cual adivino con su bola de cristal, desde que salgo del vestuario hasta que me meto en el agua, y lo mismo para la vuelta. Es más, al principio hasta nadaba acariciándome la barriga, para que no quedara ninguna duda de que no es que me hubiera pasado con los polvorones y el turrón de Suchard, pero tuve que dejarlo: primero, porque nadando solo con un brazo apenas avanzaba; y segundo, porque el socorrista no dejaba de lanzarme el flotador pensando que me estaba dando algo… 




A pesar de ello, estoy contenta con la experiencia de la piscina y me estoy portando muy bien… ¡a ver si no se me pasa! 

Hasta el próximo post!!

6 comentarios:

  1. Jajajajajaja.... Q bueno, yo hacia igual con poca tripa!
    Sara

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  2. Gracias por pasarte y comentar, Sara!! Es que es una tentación intentar disimular!!

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  3. Yo también hice y hago natación (matronatacion) en los dos embarazos, además voy a la pisci todos los días que puedo (antes y ahora mas, con la peque) y como encima en los embarazos me como tooooodo el verano ..!!

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    1. Yo también quería matronatación, pero en las piscinas a las que yo voy no había, así que me conformo con nadar por mi cuenta!! Pero sí que me encantaría hacerla después con mi peque!!

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  4. Nadar con la peque es lo mas recomendable!!! Jimena empezo con matronatacion en la piscina con 5 mesecitos ( hasta que tuvo casi dos años, ahora ya las clases de natación son sin los padres, solo con el profe) y pierden el miedo al agua, les cansa, hacen mucho ejercicio y les encanta!! Solo lloro el primer día, luego todo como la seda!

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    1. Yo también quiero apuntarla con 5 ó 6 meses, cuando me digan que ya puede porque creo que será buenísimo. Y tú me lo confirmas, jeje...

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